
- Ho Chi Minh y la Guerra de Indochina |
La noticia llegó rápidamente a Europa. En Indochina, el Viet Minh, con Ho Chi Minh a la cabeza, acababa de lanzar una proclama para liberar a Camboya, Laos, Vietnam del Sur y del Norte del colonialismo francés. Si bien todo indicaba que no sería una gran complicación para una de las mayores potencias armamentísticas del continente, Francia se puso en marcha. Había que restablecer el orden y mantener a la que era considerada la joya del imperio. No podía darse el lujo de perder sus colonias. Así, a finales de 1945, sus tropas pisaban Saigón.
Al poco tiempo, las primeras bombas caían sobre la ciudad de Haiphong causando miles de muertes. Las negociaciones no habían llegado a buen puerto y el problema ya no era solo francés. La imagen de un pueblo luchando e independizándose no le interesaba a ningún Estado que vivía de la explotación de tierras ajenas. Por eso, distintos países europeos se pondrían de acuerdo en forjar alianzas para brindar apoyo. Del otro lado del océano, Estados Unidos haría lo propio mediante frecuentes operaciones encubiertas. Se daba comienzo así a una guerra de siete años y seis meses en la que nada sería como lo imaginaban.
En Indochina, el Viet Minh no los esperaba con un ejército convencional. Las fuerzas con las que contaba se encontraban entre el pueblo rebelde. Mediante la utilización de guerrillas que se distribuían por las junglas, las rígidas doctrinas militares de los europeos se veían desarticuladas. Los ejércitos invasores eran tomados por sorpresa y desorientados mientras intentaban buscar a un enemigo que nunca encontrarían. Pese a su avance, contra lo único que chocaban era con el pueblo mismo. «Cuando se llega hasta el punto de no poder hacer nada sin que el enemigo se entere, no hay salida», diría el jefe del regimiento francés Charles Lacheroy. Por más que invadiesen un territorio, el control nunca se alcanzaba y se hacía cada vez más evidente que no combatían a un grupo de mercenarios. Estaban frente a una insurrección que se sostenía mediante una estrategia territorial: cuando el enemigo llegaba, el Viet Minh ya no estaba; cuando no lo esperaban, eran tomados por sorpresa.
El 7 de mayo de 1954, Francia perdía la guerra. En el horizonte se asomaba un nuevo conflicto con otra colonia, Argelia, y no podía ceder más terreno. Allí, tras la experiencia vivida, aplicarían su nueva teoría de la guerra revolucionaria forjando el nacimiento de los escuadrones de la muerte. Aplicarían el secuestro, la tortura y la desaparición forzada de personas para instalar el terror entre la población. El mecanismo que sería llevado a América y utilizado durante el Plan Cóndor. Un año más tarde, Estados Unidos ponía sus pies sobre Vietnam. Esta vez, sin intermediarios. El pueblo vietnamita comenzaba una larga lucha de veinte años contra otra potencia mundial. Y volvería a hacer historia.