
El Cuestionario Proust consiste en una serie de preguntas de aspecto personal que en dos ocasiones respondió el famoso escritor francés Marcel Proust. Tomando como base esas dos versiones ligeramente diferentes del cuestionario, en Livertá! ideamos nuestra versión de treinta preguntas. *
¿Cuáles son sus escritores preferidos?
Dostoievsky, Chéjov, von Kleist, Guillermo Enrique Hudson (Allá lejos y hace tiempo).
¿Cuáles son sus más queridos héroes de novela?
Raskólnkov, Werther, El príncipe de Homburg. Aunque algunos de ellos sean antihéroes.
¿Su figura más querida de la historia?
El obispo Thomas Müntzer, quien en el siglo XVI guió a los campesinos en la huelga contra los señores de la tierra.
¿Sus heroínas en la historia?
Las Madres de Plaza de Mayo.
¿Sus héroes de la vida real?
Los obreros, soldados y campesinos que declararon la República de los Consejos de Baviera, en 1918.
¿Cuáles son sus debilidades escondidas?
La vagancia, la haraganería y el dejar correr las horas.
¿A qué figuras históricas desprecia por sobre todo?
Videla, Massera, Bussi, Pinochet, Franco, Mussolini. Por Hitler siendo desesperación e impotencia, por la impunidad de lo demoníaco; me hubiera gustado ser cómplice del anarquista George Elser, que atentó contra él en le cervecería de Múnich, en 1939.
¿Quiénes son las tres cabezas más inteligentes de nuestro tiempo?
Luego de que Derrida y Lyotard quisieron tirar la estantería abajo, nuevamente se imponen dos que ya no viven físicamente pero han resucitado: Hans Jona y Ernst Bloch, y para el debate, Jürgen Habermas.
¿Qué reforma es la que más admira?
La socialización de la riqueza, pero siempre que el hombre sea protagonista en la cooperación. No desde arriba, sino desde abajo.
¿Qué haría si pudiera gobernar durante un día la Argentina?
Declararía la República de los Consejos de Buena Voluntad Social y propondría la autonomía de la Patagonia.
¿Cuál es la principal característica de su carácter?
Capacidad de reacción ante la injusticia.
¿Cuál es su más querida cualidad?
La humildad.
¿Cuál es su más grande defecto?
Una pereza insobornable.
¿Cuál es su más querida ocupación?
Trabajar en el jardín y criar faisanes (esta última no la pude ejercer aún, cuando ya tenía todo planeado, una noche entraron policías bonaerenses y me robaron hasta la última ave).
¿Qué es la felicidad perfecta?
Vivir con mi familia en un país sin humillados.
¿Qué es la desgracia más grande?
Vivir bajo una dictadura. Que se repitieran Auschwitz, Hiroshima, Vietnam o el método de la desaparición de personas, la llamada «muerte argentina».
¿Qué desprecia por sobre todo?
El abuso de autoridad.
¿Qué es lo que más aprecia de sus amigos?
La continuidad en el afecto a pesar de ausencias y diferencias.
¿Qué dicen de usted sus enemigos?
Anarquista, comunista, anarco-bolchevique, cristiano pasado de moda.
¿Qué errores disculpa sin sufrir cargos de conciencia?
Los que puedan cometer los rebeldes frente a un régimen injusto.
¿Qué característica suya no es reconocida?
Mi timidez.
¿Como quién o qué le hubiera gustado ser?
Como el escritor revolucionario Georg Büchner.
¿Dónde le gustaría vivir?
En la Patagonia.
¿Cuál fue su decisión equivocada más dramática?
Volver del exilio a Buenos Aires, en febrero de 1976, cuatro semanas antes del golpe de Videla.
¿Por qué y ante quién tendría que disculparse incondicionalmente?
Como hombre, ante las Madres de Plaza de Mayo, por haber sido ellas las primeras en gritarles asesinos a los dueños de la vida y la muerte.
¿Cuál es su filosofía de vida?
Para lograr la felicidad no hay que dar tregua al egoísmo.
¿Su divisa?
La rebeldía.
¿Qué quisiera llegar a ser?
Poeta, timonel de un velero rebelde, autor de teatro para niños con mis diez nietos en primera fila.
¿A quién le estará eternamente agradecido/a?
A Emiliano Zapata, a Augusto César Sandino y a Agustín Tosco.
¿Cómo quisiera morir?
Sin dar ningún trabajo a mis semejantes.
*Este cuestionario fue sacado del libro «A contrapelo, conversaciones con Osvaldo Bayer».